Hace unos días leí la opinión fundamentada de tres grandes intelectuales contemporáneos: Mario Morales, Byung-Chul Han y Zygmunt Bauman, acerca de cómo ellos perciben el actuar de la sociedad y los problemas que éste conlleva en la actualidad. Tras finalizar la lectura de sus opiniones, pude inferir una opinión fundamentada en estos grandes personajes.
En los años cincuenta del siglo XX, surgió una innovadora corriente tecnológica que amplió extraordinariamente el mercado e influenció a toda la sociedad;1 éste proceso fue facilitado por las predominantes corrientes neoliberales de la época2. La sociedad sufrió un cambio que consistió en utilizar una gran cantidad de tiempo en el consumo de artículos nuevos y utilizar elementos tecnológicos modernos. En los ojos de los productores y consumidores, no significó ningún problema; al contrario, fue un ejemplo de la riqueza y desarrollo alcanzado.
La sociedad continuó cegada por el alto desarrollo y la rápida innovación tecnología, sin darse cuenta, que poco a poco fue cayendo en lo que se puede considerar el problema de la sociedad en el siglo XXI. El doctor Morales lo denominó como un intelicidio donde el ser humano pierde capacidades esenciales tales como: analizar, sintetizar y llegar a conclusiones de los problemas que acontecen su realidad; asimismo, nos explica como el ser humano utiliza más el cerebro durmiendo, que viendo televisión.1
Sin lugar a dudas, la sociedad se está sumergiendo cada vez más en una cultura cibernética y tecnológica que no deja de crecer. Se podría considerar que Guatemala no tuviera que prestarle tanta atención a este problema, por ser un país en vías de desarrollo, pero del 2010 al 2013 el índice de personas con acceso a internet presentó una tasa de crecimiento promedio del 22%;3 y seguramente aumentará con los accesibles planes de teléfonos inteligentes que están ganando terreno. Lastimosamente, el problema no es simplemente el intelicidio presentado por el doctor, ya que Byung-Chul Han explica como somos una sociedad de transparencia, en donde todas nuestras actividades redundan en transmitirlas por la internet para aumentar la auto satisfacción y poco a poco perder el contacto sentimental con las personas. En resumen, nos volvemos narcisistas y depresivos.2
A simple vista, pareciera ser que la tecnología y el desarrollo solo son un problema y la auto destrucción, pero no es así. Ésta tecnología y desarrollo, si se utiliza con medida, son una gran herramienta para facilitar el aprendizaje y contacto entre los individuos. Morales y Han, nos presentan como solución a ésta dificultad el retorno al conocimiento. La humanidad siempre estará expuesta a problemas que tendrá que superar tal y como lo hace desde tiempos prehistóricos. No debemos ser atecnológicos o conservadores extremistas, simplemente debemos encontrar un punto de equilibrio, tener los pies en la tierra y disfrutar del desarrollo que se obtiene constantemente, pero con medida.
Luis Ramírez
Referencias:
- Morales, M. (2007). Intelicidio, Ilustración y cultura letrada. N/A, N/A, 5.
- Han, B. (2014). Aviso de derrumbe. El País , 6.
- (2010-2013). Usuarios de Internet (por cada 100 personas). 13-06-2015, de Banco Mundial Sitio web: http://datos.bancomundial.org/indicador/IT.NET.USER.P2
Imagen extraída de:http://parq001.archdaily.net/wp-content/uploads/2014/05/537ba2a1c07a8021210000dd_en-detalle-el-ser-humano-como-medida-de-la-arquitectura_01-528×441.jpg