Entrevista al director de un importante Consejo Nacional dedicado a la educación tanto académica como moral de los jóvenes de Guatemala.*

-Buenas tardes, Paco. ¿Lo puedo llamar “Paco”?

-Así me llaman mis cuates en el Congreso de la República. La otra vez estábamos echando unas chelas en LeCl… Digo, claro. Me puede llamar Paco.

 -Excelente. Recibimos información acerca de su nuevo cargo público. ¿Cómo se siente al ser el director de este importante Consejo?

 -Pues, ni tan importante porque sólo tiene ocho millones de presupuesto. La verdad el Jimmy, o “Jimbo” como me gusta llamarlo, me pudo haber hecho mejores conectes. Pero toca, ¿Verdad?

-Eh… Ajá. ¿Cuáles son los planes que tienen previstos para impulsar este Consejo a su máxima expresión? Permítame reformular: ¿Cómo piensan penetrar en los corazones de los jóvenes guatemaltecos?

 -Ja-ja, “penetrar”. Mire pues, lo que yo estaba pensando era hacer una campaña en la que regalábamos condones en los buses escolares. Pero me dijeron que era muy agresivo, a lo que yo les contesté: “Mínimo los van a usar para hacer globos, ¿a quién no le gustan los globos?”. El punto es que ahora queremos hacer una obra en la que más de alguna chava se embaraza. Se supone que eso va a hacer que entren en razón. Yo más pienso que les van a entrar más ganas de copular.

-…

-¿Qué? ¿Usted no cree lo mismo?

-Si, si. Claro. ¿Cuál es la experiencia laboral que a su criterio lo capacita a usted para llevar este cargo?

 -Pues, yo me gradué de Administración de Empresas. Sé administrar más o menos. La verdad ni idea. Sepa Judas. ¿Ya sabe cómo? Mi papá me mandó un “wazap” diciendo que Jimmy me había conseguido este cargo. Yo creo que mi viejo sólo me quería haciendo más de algo en el gobierno para que su hijo pareciera inteligente y capaz. O para huevear más pisto.

-… (alarmado)

-…

-¿Quiere que editemos esa última parte?

 -Si, por fa.

-¿Cómo fue elegido para el cargo?

 Según yo el presidente se tiró varias entrevistas. La verdad que hueva. Yo quería ser presidente pero luego vi la carga de trabajo y le dije a mi papi que no me comprara ese puest… Como decía, Jimmy seguramente tomó la mejor decisión. O sea, míreme pues.

-Ah… Eh… Pues, no sé si está al tanto de los rumores circulando que usted compraba sus notas y llevaba cartas firmadas por Suger para que los catedráticos lo dejaran pasar el semestre. ¿Cómo responde a eso?

 Este mundo es de contactos y pisto, como bien sabrá. Tengo 23 años y ya estoy en un puesto de estos. Los envidiosos dirán que es porque mi papi me lo consiguió. ¿Qué importa qué hice antes? Total, mi campaña de transparencia empieza ahorita, ¿no?

–(murmurando) P*t@ madre este pendejo… (se aclara la garganta) Si,  bueno. ¿Cómo demostrará que está capacitado para el puesto?

 Con pisto y con militares. Y metiéndole pajas a la gente de que soy muy moral. Jimmy me dijo que esa estrategia era infalible.

-Muchas gracias por su tiempo.

 ¡Gracias a ustedes! Me dijeron que me iban a hacer una sesión de fotos. ¿Cuándo empiezo a quitarme la ropa?

*ATENCIÓN: esta entrevista es de carácter FICTICIO, los nombres son FICTICIOS y su único propósito es el de divertir, sacándole una risa a los malos tiempos. Cualquier apego a la realidad es mera coincidencia, y si usted sabe a quién se le puede comparar, hágale un favor y mándeselo. Este mundo necesita más lágrimas de risa que de tristeza.

Por: Alessia Montuori