La Rueda de Chicago – Una experiencia en el Ministerio de Salud

Mira mano, te voy a ser sincero…  Acá los puestos son como una rueda de Chicago—simula con sus manos el movimiento de una imaginaria—. Habrán veces que dependiendo de  tus conectes vas a estar arriba. Nos vas a ver a todos abajo, insignificantes como hormigas. Otras, vas a estar en medio: unos arriba de vos y otros abajo. Y en las malas: vas a estar abajo, cerca de los mortales que pisan el suelo con ambos pies; Todos en la rueda van a estar sobre vos.

Hoy, yo estoy arriba, vos abajo y ¡tengo la orden de despedirte!. Sin embargo, yo sé cómo funciona esto. No lo haré, porque probablemente mañana vos seas el que esté arriba y no quiero que lo hagas conmigo…

 La anterior es una anécdota contada por un conocido, acerca de la dinámica bajo la cual se producen las rotaciones de personal, ante el cambio de autoridad al mando, en el Ministerio de Salud de Guatemala. Generalmente se producen cada 4 años, tras la elección de nuevas autoridades; quienes en su mayoría, han negociado y prometido los cargos públicos con antelación, a cambio del apoyo en tiempos de campaña.

La rotación la hacen para alejar a las personas cercanas a la anterior autoridad, a quienes no se les puede despedir por ser parte del renglón 0-11 de contratación; y tener de cerca a los “de confianzapara que le eviten los problemas y le apoyen. Ésta es una evidente práctica clientelar, en la que la autoridad instrumentaliza a los actores, para que realicen sus objetivos—no los que la institución debería cumplir—.

¿Qué problemas genera? Primero, la institución atiende mayormente a los intereses de la autoridad superior, la cual ha distribuido en puestos estratégicos a sus allegados para tener el control. Cabe la salvedad que muchos burócratas en puestos inferiores también facilitan o dificultan los procesos, de acuerdo a sus intenciones.

Segundo, se pierde toda continuidad. Al llegar nuevas autoridades con su personal, los procesos que se llevaban, quedan en el aire; y es muy difícil retomarlos—perdiendo meses en esta transición—porque los nuevos no conocen el funcionamiento de la institución. Además, los objetivos de la misma cambian; y con ello se dejan inconclusos los proyectos iniciados.

La metáfora de la rueda de Chicago es una perfecta ilustración de la actividad gubernamental del Ministerio de Salud: Cada periodo unos suben—por sus contactos—, otros bajan; y la rueda se mueve sobre su eje. Sin embargo, ¡no avanza!. Está fija en un lugar. Dentro del Ministerio hay movimiento interno.  Sin embargo, ese movimiento no repercute en un avance para nuestra sociedad.

Debo reconocer el esfuerzo de muchas personas que trabajan con la intención de generar resultados positivos para el país; pero son muchos los que únicamente se interesan en subirse a la rueda de Chicago. Ante ello, debemos pasar de ser espectadores de un círculo vicioso, a exigir avances y no solo movimiento.

Diego Monterroso

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