Luis Ramírez.
Comienzan su trayecto. Avanzan a vuelta de rueda porque un tráiler va delante de ellos y por ser calle única y línea amarilla no hay nada que hacer. ¿De quién hablamos? De un carro familiar en camino a celebrar sus vacaciones. De repente, el tráiler intenta esquivar algo, sin saberlo, caen en un bache y pierden la llanta y dañan el aro. En pocas palabras, su planeado viaje terminó. Por otro lado, desde muy temprano, se despiertan un grupo de jóvenes viajeros que intentan trasladarse de un punto del país a otro para continuar con sus labores, pero gracias a las malas condiciones de la carreteras no lo logran. El turismo y el comercio son otras victimas del mismo mal.
En Guatemala existen más baches que calles y carreteras, y los gobiernos que han regido en las últimas décadas no le prestan mayor atención. La única forma de desarrollar nuevas vías, o tan siquiera mantener las existentes, es por medio del sector privado o por regalos de otros países que comprometen la política exterior nacional. La Vía Alterna del Sur (VAS) es un perfecto ejemplo. Este fue un proyecto del sector privado en donde el Estado solo intervino para otorgar permisos. Los beneficios del proyecto serán óptimos para la población y el crédito no es del gobierno.
El Estado y sus entes no tienen claro que las vías de comunicación entre las diferentes regiones del país es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo; se ha demostrado a lo largo de la historia, las vías de comunicación siempre fueron y serán prioridad en cualquier lado del mundo ¡hasta los reyes de la época antigua lo sabían! Sin embargo, prefieren centrar su atención en proyectos inútiles como la Bolsa Segura, que únicamente son para mejorar la imagen de los políticos e inutilizar a la población. ¡Populistas! ¿Se imaginan que pasaría si ese dinero hubiese sido invertido en las vías de comunicación del país? No se necesita profundizar mucho para intuir que los beneficios serían exponencialmente mejores que los brindados por un par de libras de arroz, azúcar y frijoles.
La inutilidad gubernamental en cuanto a desarrollo de proyectos que verdaderamente ayuden al país es impresionante… seguimos en pañales. Los recursos no pueden estar peor distribuidos, somos uno de los mejores ejemplos en el mundo de cómo no hay que hacerlo. Guatemala es el ejemplo de la ineficiencia e ineficacia gubernamental. Ya queda claro porque tenemos intervención, quiero decir “ayuda”, en cada acción o proyecto nacional.
Si en dado punto los miembros del Estado guatemalteco desarrollarán mejor sus recursos y tomarán en cuenta las vías de comunicación, les aseguro que el progreso sería exponencial y se ahorrarían una infinita cantidad de recursos en otro tipo de proyectos que vienen siendo las ramas del problema central expuesto en esta columna.
Foto extraída de: http://forosdelavirgen.org/71537/por-que-dios-permite-que-me-sucedan-estos-dolores-o-para-que-2013-11-01/