José Fernando Orellana Wer
Ayer, nos veíamos sin tocarnos
Hoy, nos tocamos sin vernos.
En aquellos días,
Los ojos veían lo que nuestro cuerpo no sentía.
En estas noches,
Los cuerpos sienten lo que nuestros ojos no veían.
Nos veíamos intentando conocernos.
Hoy nos tocamos conociendo lo que vimos.