Eugenia Cruz
A las que ríen,
aun cuando se sufre tanto.
Este año quise hacer esto más personal y escribirle a una de mis mayores inspiraciones. No diré su nombre, ella sabe quien es.
Con su corazón gigante, Fleur ha decidido continuar con su vida. Lastimosamente, no todos tenemos la oportunidad de ver a nuestros sueños hacerse realidad al momento de despertar. Sin embargo, Fleur no se ha dado por vencida y decidió luchar de una forma oblicua para alcanzar sus sueños. Perdió la posibilidad de estudiar y ahora se dedica tiempo completo a trabajar para poder, más adelante, terminar sus estudios.
La inspiración se encuentra en aquellos lugares oscuros donde algo, alguien, brilla. Fleur es una luz para la esperanza. Nos enseña que si no nos rendimos y mantenemos una sonrisa grande podemos alcanzar lo que queremos.
Por otro lado, su fe inquebrantable es verdaderamente algo digno de admirar, Fleur no ha dejado sus creencias ni su paz a pesar de todas las tormentas que ha tenido que vivir.
Insto a todas las mujeres a ser como Fleur, a buscar felicidad aun en los momentos más oscuros. Las insto a no dejar de luchar por lo que amamos. Las insto a ser inspiración.
Fleur se levanta todas las mañanas y respira hondo. Le reza a su virgencita y le agradece a Dios. Va al espejo, se baña, vuelve al espejo, se arregla lo que le arruina la noche. Fleur sonríe, a duras penas sonríe. Sin embargo, tiene una sonrisa encantadora.
Sube a la cocina, se prepara la comida del día. Le dice “adiós” a su madre y se queda atenta esperando la respectiva persinada y bendición antes de salir de casa.
Fleur llega dos horas antes al trabajo, llega cansada, despeinada y un poco sentimental. Pero Fleur nunca la pasa mal. Fleur sigue esperando que las cosas cambien.
Obedece, asienta cuando tiene que asentir. Fleur no ha dejado de sentir. Trabaja todo el día, luego espera toda la noche por: un milagro, una noticia, una salvación.
Fleur le está dejando la vida al destino, pero decidió hace rato largo darle un empujón. Sabe bien que rezar sirve para la curación del alma, pero trabajar para curar las penas. Fleur es fiel y es sencilla y es una buena muchacha.
Nunca la verás con un escote pronunciado, ni con las piernas provocativas. Nunca la verás con tres capas de maquillaje, a Fleur se le da eso de ser naturalmente hermosa. No la veras esforzándose por agradar a nadie más que a Dios, Fleur, te cae bien solo porque es humana.
A Fleur nadie le paga los antojos, eso la ha vuelto poco antojadiza, pero Fleur nunca se conforma.
Fleur es niña de cinco a ocho, una oficinista de ocho a dieciocho y soñadora de diecisiete a veinte, el resto de horas descansa la mente. Fleur tiene talento y ambiciones.
Fleur no peca, solo reza.
Fleur es una muchacha de veintiún años, mi inspiración, mis días de otoño. Mientras todos los que la rodean piensan: en extraños, en ropa, en alcohol y fiestas locas, Fleur piensa qué hará mañana. Fleur trabaja para vivir, vive para soñar, sueña que estará mejor un día.
Fleur nunca deja de sonreír, aun cuando no sabe que va a comer, si va a poder realizar sus sueños, si podrá saciar sus antojos. Fleur no es millonaria pero es rica en ambiciones, con eso le basta.
No se rinde, no baja la guardia. Fleur no se deja vencer.
Fleur sonríe y cambia al mundo con sus camanances pronunciados. Fleur nos conquista a todos con su fuerza.
Fleur llora a veces por las noches, se cuestiona las fuerzas. Nadie lo nota en las mañanas. Fleur es tan fuerte.
Fleur llega a casa a eso de las veinte. Limpia todo lo que ensució el día. Se ve al espejo y vuelve a rezar. A Fleur nada le quebranta la fe.
-Para la rosa más linda, gracias por tanto.