Mujer

Fátima Alfaro

Es el día de la mujer y me gustaría que en lugar de que los logros que otras mujeres han tenido a lo largo de la historia nos hagan sentir especiales por serlo, nos centremos en qué hacemos nosotras hoy y a dónde nos está llevando todo esto.

De todos los estudios que hay sobre el tema, el de la Universidad de Harvard me pareció el más completo. Did Women’s Suffrage Change the Size and Scope of Government?  Sugiere que existe una relación entre el hecho de que se le haya concedido el derecho a la mujer de votar en las elecciones políticas y el crecimiento del gasto público. Es decir, que desde que las mujeres votan los deberes que le hemos asignado al Estado han ido aumentando.

Explicaciones complementarias al estudio sostienen que podría ser porque las mujeres son más empáticas y sensibles, por lo que están a favor de políticas de asistencia social. Otras relacionan que hay más mujeres que hombres con salario mínimo, por lo que al depender de él les conviene que este aumente. Lo mismo sucede con las políticas de asistencia maternal, ya que la vida productiva de una mujer es menor a la del hombre puesto que ella emplea más tiempo en el cuidado de sus hijos y en el hogar.

Otra explicación más sociológica apunta a que las últimas olas del feminismo han impulsado a que mujeres quieran obtener privilegios ante la ley por considerárseles un grupo oprimido. Las teorías pueden adquirir relevancia si consideramos que del total de personas que se proclaman libertarias, el 68% son hombres.

Aunque estoy consciente de que pueden haber otros factores que incidan en el crecimiento del Estado más que solo el sufragio universal, sí percibo que si no estamos atentos a que el concepto de igualdad puede manipularse, podemos cruzar la línea con facilidad y desechar la libertad individual.

A mi parecer es paradójico sostener que no podemos generalizar ni hacer prejuicios a las mujeres con la excusa de que todas son únicas y a la vez proclamar frente al Estado que todas son víctimas, todas son oprimidas y que todas “merecen” asistencia etc. Ante la ley somos todos individuos y no veo por qué hacer distinción de género.

¿Queremos igualdad? ¿De qué tipo? ¿nos consideramos capaces o en realidad necesitamos crear más leyes para defendernos? ¿Queremos obtener el trabajo por nuestro mérito o porque es un requisito que haya mujeres en el puesto? ¿Queremos demostrar que nuestro trabajo vale o queremos forzar a que todos los salarios sean iguales? ¿Queremos que se le aplique la ley a todos los criminales o solo a las mujeres no? (a propósito del Artículo 18 de la Constitución que trata sobre la pena de muerte) Porque si es así, prefiero libertad antes que igualdad.

Con todo esto solo busco que se le preste atención a la narrativa. Recordemos que pedirle más al Estado es hacernos más dependientes de él. Y si nos alegramos de ser mujeres, me alegro aún más de serlo en un tiempo en donde luchar por mi libertad es mucho más fácil. Agradezco y conmemoro a aquellas que han logrado que yo pueda estudiar, votar e incluso conducir. No obstante, recalco que no debemos retroceder sino conseguir que las futuras generaciones puedan no solo desasociar el concepto de feminidad con el de madre, dócil, débil y sensible, sino identificarlo con la individualidad.

Recordemos, ser únicas demanda que seamos libres.

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