Emanuel Retana
Retumba en las paredes el perturbador silencio que dejó tu partida
. Las visagras de las puertas juegan a imitar el sonido de tu adiós.
El tapete de bienvenida se empolvó
y el timbre lleva meses averiado.
El refrigerador, burlándose de mí, amaneció vacío, y el bar… También.
El agua de la regadera ya solo cae fría
y los resortes de la cama se arreglaron con tu ausencia.
Las cortinas, como párpados, se cerraron hace tiempo y el jardín, por su miseria, dejó las flores marchitar.
En esta casa se respira tristeza
, en esta casa se vive soledad.
Las hojas de los libros se pudrieron.
La madera es alimento de termitas y demás.
Las ventanas reflejan tristeza y los espejos prefieren ignorar.
Por fin me alcanzan las sábanas y tengo varias almohadas que empiernar.
Los cuartos ya no tienen aroma
y el colchón king podría ser indivual
. Todo cuadro perdió su belleza y el calor del hogar se fue en tu maleta
En esta casa se respira tristeza, en esta casa se vive soledad.
Pero por nada de lo que ha pasado, a mi me pueden culpar. Se los juro que es la casa, la que aún no la deja de amar.
En esta casa se respira tristeza. Es esta casa la que vive en soledad…
