Hace ya casi un año me subí a un avión que me llevó a Atlanta. No tenía quién me llevara al aeropuerto, puesto que partía a medio día en un día en medio de la semana. Me llevó un amigo, porque no estaba dispuesto a tomar un taxi.

Al estar allá, usé Uber por primera vez, justamente para irme al Aeropuerto Hartsfield- Jackson y tomar el vuelo de regreso a la Ciudad de Guatemala. Antes de mi viaje no tenía idea de cómo funcionaba. Al momento de probarlo tuve una muy buena experiencia.

En Atlanta Uber es usado, en su mayoría, por gente joven. Por ser una herramienta tan práctica, precios más bajos y mejores vehículos que los que tienen los taxistas, hay partes de la ciudad en las que ya ni siquiera se ven taxis.

Hoy, a unas semanas de volver a tomar un vuelo a Atlanta, me llena de alegría y alivio saber que podré usar un Uber para llegar a La Aurora. En Guatemala Uber es una plataforma que funciona como una buena alternativa para los que necesitamos movilizarnos, pero que por alguna razón no podemos usar nuestro vehículo, y no estamos dispuestos a utilizar un taxi, y mucho menos el transporte público.

Uber, al igual que Airbnb, benefician muchísimo a los consumidores. Funcionan como una alternativa a lo que antes eran grandes oligopolios, las empresas de taxi y los hoteles. La competencia que estas aplicaciones generan revolucionó el mercado, presentándose como opciones prácticas, fáciles de usar y más baratas que las ofertas tradicionales. ¡Que viva la competencia!

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