Las decimoséptimas elecciones de una de las democracias más consolidadas del continente están programadas para el 4 de febrero de 2018. A menos de un año de los comicios, el panorama ya está tomando forma. Vamos por partes.
Luis Guillermo Solís es el presidente actual. Lleva en el poder desde mayo de 2014 con el Partido Acción Ciudadana (PAC), un partido relativamente nuevo (fundado en el 2,000). Su gestión ha logrado un crecimiento del PIB en 2015 del 3.7% y en 2016 del 4.1%. La pobreza alcanzó el nivel más bajo de los últimos 7 años en 2016 (20.5%). Además, logró disminuir el déficit fiscal del 5.4% sobre el PIB al 5.2% en tres años.
Otros avances incluyen: mejora de la conectividad aérea del país, llegando inclusive a anunciar la construcción de un nuevo aeropuerto internacional. Su voluntad de acercar a Costa Rica con Centroamérica es digna de destacar, dada la posición opuesta de sus antecesores.
A pesar de sus logros, el Presidente Solís tiene niveles de aprobación muy bajos. De los países de la región, es el tercero con menor aprobación de la población (29%). En contraste, personajes nefastos como Daniel Ortega, por un lado, e incompetentes como Jimmy Morales, por otro lado, tienen niveles de aceptación de más del 50%.
¿Quiénes son sus posibles sucesores?
Antes de hablar de posibles sucesores, es necesario entender que en la historia reciente de Costa Rica han dominado dos partidos. Uno de ellos es Partido Unidad Social Cristiana (entre 1990 y 2006, gobernaron por tres de cuatro periodos posibles). No obstante, su posición es cada vez más débil, considerando que en las últimas elecciones solo lograron ganar 8 escaños de 57 en la Asamblea Legislativa. El otro es el Partido de Liberación Nacional (PLN), al que pertenecieron personajes como Óscar Arias (presidente 1986- 1990 y 2006-2010; y Premio Nobel de la Paz en 1987) y Laura Chinchilla, predecesora de Luis Guillermo Solís.
El principal partido de oposición (PLN) ya tuvo sus elecciones internas. El candidato a la presidencia elegido es Antonio Álvarez Desanti. Él tiene una licenciatura en Derecho por la Universidad de Costa Rica (UCR) y una maestría en Derecho Tributario Internacional por la Universidad de Harvard.
Álvarez ha sido Presidente de la Asamblea Legislativa en dos ocaciones (1995-1996 y 2016-2017). En su carrera política también se ha desempeñado como Ministro de Agricultura y Ganadería y como Ministro de Gobernación y Policía. Además, ha promovido legislación para prevenir el acoso sexual, la violencia doméstica y para la protección de personas con discapacidades y con VIH.
Álvarez Desanti
Como promotor de acciones en contra del narcotráfico y el lavado de dinero, sus propuestas van encaminadas hacia la disminución de la violencia. También buscará mejorar la infraestructura y disminuir el desempleo. (http://www.alvarezdesanti.cr/bio-antonio/)
Los precandidatos de PAC (partido de Solís) son: Carlos Alvarado y Welmer Ramos. Las elecciones internas tendrán lugar el próximo 7 de julio.
Carlos Alvarado es el favorito para ser el candidato de PAC. Tiene una maestría en Estudios del Desarrollo por la Universidad de Sussex (Inglaterra).
Como Ministro de Trabajo y Seguridad Social entre 2016 y enero de 2017 logró acuerdos entre el sector privado, los trabajadores y el gobierno para la renegociación de la fórmula salarial y para la reducción de la informalidad.
Considerando la tendencia al multipartidismo de la democracia costarricense, el candidato del Partido Integración Nacional (PIN), Juan Diego Castro, tiene buenas posibilidades de alcanzar la presidencia.
Encuesta mayo 2017
Fuente: La República
Castro ha sido Ministro de Seguridad Pública (1994-1997), y Ministro de Justicia de 1996 a 1997. Además, fue Presidente del Colegio de Abogados entre el 2000 y 2002. Sus propuestas no están claras, pero están dirigidas a la disminución de la delincuencia.
Juan Diego Castro
Lamentablemente, pareciera que la administración de Solís no va a tener continuidad en la presidencia. Castro tiene buenas opciones de ser el próximo Presidente de Costa Rica, más aún considerando la escalada de la violencia en los últimos años. El problema que va a afrontar Antonio Álvarez será los malos recuerdos que genera la última presidencia del PLN (con Laura Chinchilla). En los próximos meses se aclarará más el panorama, y veremos cómo la democracia costarricense sigue «caminando sola».