Diego Monterroso
Quizás muchas veces pudiste notar la debilidad,
flaqueza, ingenuidad que de mi emergían.
¿No te dio miedo?
Pensar que sería vulnerable ante el mundo.
¿Que no fuera tan hábil como vos?
¿Que no sacara la magia?
Aunque ahora lo pregunto, en esos momentos
me diste la respuesta. Eso marcó mi vida.
¿Sabes que note?
Fe y seguridad.
Pero, ¿cómo? racionalmente no entendía,
porque, creías más en mí de lo que yo mismo.
Y en resumidas palabras me decías
“Todo lo que te propongas, lo vas a lograr. Todo”
Está muy difícil… ¿Me ayudas?, algunas veces te pregunté.
No, vos podes me dijiste. Fe y seguridad, hasta que me convenciste.
Y lo admito, fue complicado comprender que mi papá
no me ayudaba, porque me estaba haciendo capaz absolutamente de todo.
Respecto al criterio, me dejaste ser sin condición.
Quiero ser esto, te dije. Dale vos podes asentiste.
No, mejor esto. Va, vos podes.
Complicado fue, cuando viniste y me dijiste
Lo que vos querías hacer.
Probablemente muchas veces supiste
que lo que yo estaba haciendo
era una absoluta aberración, pero me dejabas,
para que por mi cuenta descubriera mi equivocación.
Conocí tu preocupación, muchos años después
de convivir. Cuando los días en la mesa ya no eran de risa
y por las noches te costaba dormir.
¿Cuál era? Nuestro futuro, nada más que nuestro futuro.
A ello te digo algo jefe, hermano, amigo, padre…
Fe y seguridad, como siempre y por siempre.
Toda la vida voy a creer en vos. DM.