Yo no me siento únicamente guatemalteco, yo soy centroamericano.
El próximo viernes, Centroamérica cumplirá 196 años de ser independiente. Hoy, es un buen momento para recordar el proceso de integración.
En 2014, realicé un roadtrip entre la Ciudad de Guatemala y San José. Luego de estar en todas las fronteras de la región, me di cuenta de la ridiculez que representa el que sea tan difícil pasar por cada una de ellas.

Escribí una columna explicando cómo el modelo del CA-4 era uno fracasado, hasta aquel momento. No puede ser, que a pesar de ser países tan similares, nos cueste tanto integrarnos. Los europeos lograron integrarse antes, siendo países muy distintos. Eso era lo que más me sorprendía, y todavía sigo sin creerlo.
El siguiente año (2015), me llevé una grata sorpresa cuando se anunció el proyecto para concretar la unión aduanera entre Guatemala y Honduras. Dos años después, luego de un largo proceso, por fin estamos empezando a ver la puesta en práctica de la integración.
Quiero exponer un par de reflexiones y experiencias, luego de haber estado en todos los país centroamericanos.
La Ciudad de Guatemala es la capital centroamericana. Tenemos el mayor PIB, la población más grande, y la mejor ubicación geográfica. No es casualidad que el Parlamento Centroamericano y la Secretaría de Integración Económica Centroamericana estén en la ciudad más urbanizada de la región. A los guatemaltecos nos corresponde tomar un papel protagónico en el proceso.
Los salvadoreños y los hondureños tienen que dejar ya sus diferencias por la Guerra del Fútbol. En Santa Ana, hace unos años, le pregunté a una salvadoreña: ¿qué piensan ustedes de los hondureños? Me respondió: «pienso que son feos y no me caen bien». En Tegucigalpa pregunté lo mismo, y me contestaron algo similar. Este tipo de pensamiento se replica por ambos países, sin darse cuenta que son más parecidos de lo sus ciudadanos creen.

Daniel Ortega debe aprender, de una vez por todas, que llevarse mal con Costa Rica no le conviene, ni a él, ni mucho menos a los nicaragüenses. Mientras ticos y nicas se sigan llevando tan mal, el proceso de integración no se podrá completar. Si las autoridades de Nicaragua no comprenden la necesidad de mejorar las relaciones con su vecino, y no logran implementar políticas de desarrollo, los ciudadanos de su país seguirán aguantando el tener que seguir solicitando visado para ir a Costa Rica.

La experiencia de Guatemala y Honduras será clave para contrarrestar (o no), el escepticismo de los costarricenses ante la integración. A pesar de que Costa Rica es un país más desarrollado, a los ticos no se les puede olvidar que siguen siendo teniendo una economía pequeña, con una balanza comercial negativa. El mercado regional le daría una buena oportunidad a sus bienes y servicios de valor agregado.

El proceso político, que impulsa la integración centroamericana, va caminando. Además, en el sector económico, los capitales se están volviendo regionales. Solo falta que la sociedad civil se involucre más.
Los centroamericanos debemos volver nuestro el proceso de integración. No podemos seguir esperando que en el ámbito político y económico, a nivel mundial, se nos tome en serio, siendo países tan pequeños. La unión será la fuerza que facilitará nuestro desarrollo.
Hoy, les mando un especial saludo a mis amigos en Tegucigalpa, que me hicieron sentir como en casa; a mis amigas ticas que estudian en los Estados Unidos; a los salvadoreños que me enseñaron a surfear en El Tunco y a los que vinieron a la Ciudad de Guatemala buscando una mejor vida; y, obviamente, a todos mis compatriotas.

Yo, por mi parte, afirmo que, a pesar de haber nacido como guatemalteco, me quiero morir siendo centroamericano.
Hola amigo me parece muy interesante la forma tan emotiva en que planteas el tema de la integración centroamericana, pero respetuosamente como costarricense y centroamericano, debo decirte que si hay un país al que no le conviene ni desea tal integración es precisamente Costa Rica, personalmente creo que si cada pais no es capaz de solucionar sus problemas, mucho menos se podrá hacer integrándose y abriendo fronteras como algunos desean… pero bueno tal vez en un futuro no demasiado lejano sea posible. Saludos.
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Sin dudas, los problemas que afectan a la región son muy profundos. Entiendo completamente la postura de muchos costarricenses, más aún, considerando los problemas del Triángulo Norte. No obstante, Costa Rica no está tan expuesta como parece. De hecho, Nicaragua es menos violenta que CR, siendo vecina de Honduras (uno de los más violentos del mundo).
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Claro debemos unirnos y colaborar, porque no mencionas a Belice? El pleito entre Costa Rica y Nicaragua, no se porque pero se asimila porque no contamos con Belice?
No te parece?
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Sí, ya no mencioné a Belice. Definitivamente es necesaria la mejora de las relaciones entre Guatemala y su vecino; eso será clave para resolver el diferendo territorial. No obstante, tengo mis dudas de qué tan beneficioso sea incluir a Belice en la unión, puesto que su infraestructura es muy mala (yo mismo la he visto), y su mercado es muy pequeño.
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