¿Mío?

Enamorarse nunca ha sido lo mío. Soy más cobardía que romanticismo, eso no lo dudes. Al fin y al cabo, mi voz es tinta en vez de ruido.

Nunca he creído en el amor a primera vista y mucho menos en las coincidencias.                Nunca he sido de las carismáticas, pertenezco más al grupo de las misteriosas.                    Nunca he dicho un te amo, solo lo he escrito pero no lo he enviado.

Nunca… Esa es la palabra clave. La palabra que me he colgado al cuello durante estos últimos años.

El miedo a saborear la ausencia y no vencer a mi pasado me encadenó a que mis sentimientos vivieran apagados.

¡Qué desperdicio!

He matado tanta pasión en mis dedos por temor a que te fueras, aun cuando ni siquiera habías llegado.

Yo lo arruiné. Yo lo rompí antes de tiempo.

Yo fui la que se asustó.  Yo soy quien lo siente.

Compréndeme: enamorarse nunca ha sido lo mío. Ni siquiera puedo escribir sobre amor sin detenerme a pensar en los quizás.

Tan llena de dudas y tan llena de incendios.                                                                                    Supongo que no soy una dulce combinación después de todo.

He demorado un poco, lo sé; mas por fin logré que el nunca no sea mi promesa favorita.                                                            No significa que el miedo y la desconfianza se hayan ido.                                                            Todavía debo reconstruir sobre mis propias catástrofes.

Pero ahora,  cada vez que te veo mis dedos tamborilean al hacerse conscientes de cuántos poemas podría escribir sobre tu espalda y cuántos besos podría dibujar en tu sonrisa.

Sin embargo, sigo sin saber qué hacer cada vez que te me quedas viendo.                              Tiemblo como una niña.

Niña que le prometí a mis poesías que jamás olvidaría.                                                                 Eso es jugar sucio: encajas tan bien en mis versos que no sé qué hacer contigo.

Quiero acobardarme y huir,                                                                                                                pero también quiero quedarme e intentar acercarme a esos ojos tan bonitos.

¡Ah, maldición!                                                                                                                                        Enamorarse nunca ha sido lo mío, solo espero… en serio espero que tú sí lo seas.

 

Foto tomada por: Diana Sandoval

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s