Hace 18 años nuestra familia emprendió un viaje que años después inspiró a tu abuelita Silvia a hacer un escrito llamándome “capitán”. Ella redactó unas letras simulando tormentas, noches oscuras y silencio en nosotros, entendiendo la lucha por alcanzar el éxito como sustento para ustedes, y resaltando la seguridad en la decisión tomada. No iba con nosotros, pero adivinaba lo duro que sería salir del país e ir a trabajar fuera. Hoy te puedo decir que se quedó corta en describir lo difícil que fue.
En estos días te vas vos. Te he dicho muchas veces que te podés arrepentir, que no pasa nada; quiero que estés seguro en tu decisión, para que cuando lleguen las tormentas y todo lo que nosotros con tu mamá sabemos que vendrá seas fuerte para soportarlo.
Ahora también resulta que vos me saliste escritor igual que la abuelita y tenés un escrito llamado “A la mar me lanzaré”, contando tu sentimiento al tomar esta decisión. Cualquiera que se tome dos minutos para leerlo, le quedara claro que sabes a lo que vas, conociendo lo difícil que puede ser. También nos deja ver que en tu valija van muchos sueños e ilusiones.
El mundo es de los soñadores, brother, de los que hacen cuentas y planes llenos de ilusiones y que luego los transforman en realidad con mucho trabajo. Como lo decís en tu escrito, Dios tiene que ser tu brújula para que te guíe hacia donde querés ir, pero de su mano. Estoy seguro de que tu mamá, quien siempre he dicho yo que es la que tiene la comunicación directa con Dios, estará, al igual que lo hicieron nuestras madres, orando por vos.
Yo siempre he dicho que la suerte no existe, sin embargo, un día escuche a alguien decir que sí, pero que hay que salir a buscarla todos los días. El éxito es lo mismo, hay que pelear por él todos los días y cuando lo alcances, hay que luchar por mantenerlo. Hasta ahora has combatido por metas con un final. A partir de hoy vas a empezar a luchar por una que termina en el último día de tu vida; y aún así vas a heredarle la tarea a alguien más, para que tu legado siga.
Con tu partida nuestro corazón queda intacto, sí, intacto, porque esto va más allá del corazón y lo que se parte es el alma, pero tarde o temprano iba a pasar, lo entendemos. Toda la familia comparte el mismo sentimiento: yo con la serenidad que me caracteriza, y tu mamá y hermanos más sentimentales.
Acá te van ahora los consejos:
- Al llegar “quema el barco”, esta frase nos gustó a ambos, significa que vas dispuesto solo a triunfar, no hay opciones y que tenés la confianza de quedarte sin transporte de regreso porque no lo vas a necesitar.
- Se honesto. La honestidad va de la mano con el éxito.
- Toma decisiones firmes, sin miedo a equivocarte; cuando la decisión está tomada los problemas que surjan se arreglan en el camino.
- Confía en Dios porque Él será tu soporte y tu guía no solo en el trabajo, sino que en la vida entera.
- Cuando el éxito este a la vista, es momento de mantener los pies sobre la tierra, de no olvidar tus raíces, de honrar a tu padre y a tu madre, y de aferrarte a tus hermanos.
- La humildad es una de las cualidades que te queremos heredar. El secreto de la humildad es que, aunque seas grande, nunca hagas sentir pequeños a los demás.
No esperamos que seas como nosotros, estás preparado para ser más; eso sí, copia nuestros aciertos y descarta nuestros errores. A partir de esta decisión, se empieza a escribir tu propia historia y en tus manos está qué rumbo pueda tomar.
Tenes nuestra bendición al dejar nuestra casa. Sabemos que será difícil que regreses porque cuando la vida arranca ya no la detenes; sin embargo, acá estará tu habitación, intacta, hasta el día que decidas formar tu propia familia.
Y, por último, todos desde la orilla veremos partir tu barco que estamos seguros te llevara a descubrir el nuevo mundo que tanto anhelaste encontrar.
Tus papás