La vi pasar y supe instantáneamente que su aroma era a ti.
No me fue difícil ver a tus besos tatuados en su piel. Supongo que también te gustaron sus lunares como te gustaron mis pecas.
Al final no elegiste las mías, eran demasiado tímidas después de todo.
Ella tenía un aire de amarte que se volvía más fuerte con cada segundo que pasaba. Y yo… solo tuve la oportunidad de rozar tu alma con la punta de mis dedos.
No me sorprende, quizás soy demasiado melancólica para una oportunidad así.
Ah.
La vi pasar y entendí que era tiempo de dedicarte unos versos que fueran algo cortos como espero sea este amor que aún siento por ti.
Así que, al llorar mientras te recordaba brillar, comprendí aún más que yo jamás seré ella. Pero, lo más importante aquí es que entendí que ella jamás será yo.
Ella jamás te escribirá tantos poemas como lo he hecho yo.
Foto tomada por: Ximena Ureta
Ale Bonilla, ¡sí es un poema de amor! Del amor que duele, porque es de uno, no de dos. Del amor que ha habitado en la «realidad imaginada» que todos cargamos en nuestras cabezas, pero que nos ha reventado en el centro del cuerpo. De un amor fácil de identificar para los que hemos sido tímidos o soñadores o solitarios. Felicitaciones por tu poema.
Me gustaLe gusta a 1 persona