En Guatemala, como en varios países del mundo, existe una clase política corrupta. Hace unas semanas, Guatemala obtuvo la calificación más baja de su historia en el Índice de Percepción de Corrupción 2018 al posicionarse en el lugar 144 de 180 naciones evaluadas por la organización Transparencia Internacional (TI).
Pero, ¿qué hace a un país como el nuestro que su clase política esté tan corrompida? Es necesario decirlo; lo hace un pueblo corrupto. ¿Cuál sería la explicación para que personajes de reconocida mala fe lleguen al Congreso o al Ejecutivo? Es porque existe un pueblo dormido, que no conoce los planes de gobierno de los candidatos, un pueblo que todo lo critica pero no participa; un pueblo que se deja comprar; un pueblo que no respeta los semáforos en rojo; un pueblo que permite que un grupo de encapuchados cobre por entrar a la USAC; un pueblo que se guía por “la hora chapina”; un pueblo que apoya los linchamientos; un pueblo que se deja llevar por la “ley del más vivo”.
Por lo tanto, si el presidente o un congresista resultan corruptos en el desempeño de sus funciones, la responsabilidad recae en sus electores. Votantes desinformados que se dejaron convencer por simples temas musicales o por el simple hecho de que un candidato “no usa guardaespaldas” traicionando así su conciencia y menoscabando su dignidad. Es necesario también mencionar que gran parte de la culpa la tienen esos abstencionistas que permiten el triunfo de esa aberrante clase política, resultando electos los más incapaces, en detrimento de la democracia.
No es que los políticos se vuelvan delincuentes, sino que elegimos delincuentes para que se vuelvan políticos. Estamos a escasos meses de las elecciones y todo apunta al eterno error histórico de escoger al menos indicado. El primer paso para revertir esta situación, es empezar a cambiar como población. Necesitamos ser una población con más interés en las propuestas e ideas de los candidatos, un pueblo más crítico, una población que respete la ley.
Si existe una clase política corrupta es porque existe un pueblo corrupto.
Es fácil reconocer que muchos partidos políticos no tienen propuestas o campañas con un plan de progreso o personajes que sean de fiar para ser elegidos. Distinguir lo pésimo de la situación no resuelve nada para Guatemala, por el contrario, debemos de preguntarnos ¿Que propuesta de solución se puede dar ante esta problemática si no existen campañas transparentes?¿Como llamar aquellos ciudadanos que deberían formar los partidos políticos que tengan propuesta de valor para Guatemala? ¿Como eliminar la corrupción del pueblo de Guatemala?. Espero encontrar en Lucidez Heterogénea las respuestas a este tipo de interrogantes.
Me gustaMe gusta