Jamás pensé que encontraría un lugar que me gustara más que el mar. Me enamoré de esas olas turbulentas y del Sol que te quema la espalda.
Crecí creyendo que eso del amor no existía, que los besos eran la sal del agua cortándote la piel.
Pero, un día apareciste tú.
Calmando la marea, acariciándome con la espuma y riéndote de mis chistes.
De pronto, el mar ya no era tan inmenso ni tan traicionero, sino que cabía en tus ojos.
Ojos que me dan ganas de quedarme, de estar, de vivir.
Me hiciste ver que el amor es sentir cómo me estalla el pecho de alegría al verte feliz. Conviertes mi mente en un lugar lleno de flores y estrellas de mar.
Me has hecho sentir cosas que creí dormidas. Al verte no comprendo cómo encontré calma en otro sitio que no fueran tus ojos.
Mi amor, te adoro con mi corazón completo.
Y espero que sepas que me gustas
Mucho
más que el mar.
Foto tomada por: Ale Bonilla