Los médicos cubanos, un producto de exportación sin derechos humanos

Si luego de analizar los hechos, sigue justificando la existencia de las misiones médicas cubanas por sus «aportes» a las áreas rurales de Guatemala, pues al menos debe estar consiente que está de acuerdo con un tipo de esclavitud moderna.

Luis Fernando Salazar Rosas

En mayo de 2019 la redacción del portal de BBC Mundo realizó una publicación titulada «El mundo oculto de los médicos cubanos que son enviados a trabajar al extranjero«. Entre las terribles historias relatadas, incluyen la de una médico cubana que vino a Guatemala en 2009 como parte de una de las tan aclamadas brigadas médicas cubanas. Según su historia, fue enviada a Alta Verapaz, departamento donde el coordinador de la misión la presionó para ver a un «hombre rico» del área, a quien le «gustaban las mujeres cubanas». Después de dos meses de resistir la presión y sin tener la posibilidad de huir, puesto que su pasaporte se lo quitaron al momento de llegar a Guatemala, fue trasladada a otra misión. Unos meses después, se enteró que el «hombre rico» fue arrestado en una operación militar por acusaciones de narcotráfico.

Considerando experiencias como la anteriormente mencionada, es necesario analizar varios hechos para valorar la presencia de médicos cubanos en Guatemala.

Como primer punto, se debe tomar en cuenta que el salario para un médico en Cuba es de aproximadamente 60 dólares al mes. Sí, un médico en el paraíso socialista recibe un salario miserable. Por ello es que muchos médicos deciden formar parte de las brigadas en el extranjero, pues su salario puede aumentar considerablemente, llegando a superar los 350 dólares (cifra que sigue representando un salario bajo). No obstante, una buena parte de los médicos elegidos son obligados a formar parte de las misiones médicas. No todos aceptan voluntariamente.

En el caso particular de Guatemala, cada médico cubano en el país nos cuesta aproximadamente siete mil quetzales mensuales, dinero que sale de los impuestos que pagamos los contribuyentes (en total, aproximadamente 3 millones de quetzales al mes).  De esa cantidad, los médicos cubanos reciben más o menos un 25%, pues el salario no les es pagado directamente. En realidad, la dictadura cubana le hace el «cobro» al Gobierno de Guatemala, por lo que el 75% restante se lo embolsan los políticos de La Habana. No por nada es que esta política es considerada como la mayor fuente de financiamiento de la dictadura cubana. ¿Acaso no es esto un tipo de esclavitud moderna? No se puede justificar esta política como un pago por su educación, puesto que los recién graduados de Medicina en Cuba deben cumplir con un «servicio social» de dos años, precisamente para «cubrir» los costos de su carrera universitaria.

Los que defienden a las brigadas de médicos cubanos, considerados por la dictadura como un producto de exportación sin derechos humanos, demuestran una moral bastante cuestionable, pues utilizan argumentos maquiavélicos. Bajo el argumento que hacen un bien a las poblaciones remotas de Guatemala (el fin), justifican la carencia de derechos y los abusos a los que los médicos cubanos están expuestos, sin mencionar que están sujetos a la expoliación de la mayor parte de su sueldo (el medio).

Defender estas misiones por sus supuestos «buenos resultados» es un completo error. Según reportes públicos, incluyendo el publicado por la BBC, varios médicos cubanos han confesado que en más de una ocasión se han visto obligados a falsear estadísticas para cumplir con los objetivos semanales que su gobierno les exige. Los médicos cubanos inventan pacientes, consultas y patologías para que la dictadura cubana pueda justificar que se amplíe la misión o para cobrar más por su trabajo. A veces, pacientes con padecimientos graves no son referidos a hospitales con más capacidad, puesto que a pesar de no tener la forma apropiada para atenderlos, lo importante al final son las estadísticas. ¿Qué médico serio puede defender este actuar?

También se debe considerar que existen serios cuestionamientos sobre la preparación de los médicos de la isla. A finales de 2019, Bolivia expulsó a más de 700 médicos cubanos. Una de las irregularidades encontradas fue que únicamente 205 contaban con título. A pesar de ello, todos cobraban el mismo sueldo, poniendo en riesgo a los pacientes que atendían por su falta de preparación. ¿Cuántos de los más de 400 médicos cubanos en nuestro país contarán con título? ¿Qué tan buena será la formación de los médicos que sí lo tienen?

Si luego de analizar los hechos, sigue justificando la existencia de las misiones médicas cubanas por sus «aportes» a las áreas rurales de Guatemala, pues al menos debe estar consiente que está de acuerdo con un tipo de esclavitud moderna. De todas formas, ¿de qué sirve enviar médicos, ya sea guatemaltecos o cubanos, a áreas remotas del país donde no hay infraestructura hospitalaria ni medicamentos?

Esta situación deja más claro quien en verdad defiende los derechos humanos y quien solo los defiende cuando le es políticamente conveniente. En lo personal,  estoy en contra de que con nuestros impuestos se apoye la mayor fuente de financiamiento de una dictadura comunista, brutal y criminal. Como expuse en la historia mencionada al inicio, el comunismo cubano obliga a sus ciudadanos a ejercer su profesión en lugares remotos fuera de su país y los priva de sus derechos fundamentales, además de robarles la mayor parte del fruto de su trabajo para enriquecer a su clase política. 

Si se quiere mejorar la salud de los guatemaltecos en áreas lejanas del país, pues el debate debería ser cómo ampliar la capacidad hospitalaria del sistema de salud, no cómo poner parches que no representan una solución de fondo ni de largo plazo. 

Imagen de Parentingupstream en Pixabay

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s